Acciona obtuvo un beneficio neto de 78 millones de euros en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone un 6,9 % más.
Las cuentas reflejan, en gran medida, la contribución de los nuevos activos renovables internacionales puestos en marcha en el periodo (126MW) y el efecto del incremento de la vida útil contable de los activos eólicos y fotovoltaicos de la compañía desde el 1 de enero, de 25 a 30 años. Infraestructuras mantuvo prácticamente plana su cifra de negocio (1.104 millones millones), registrando un fuerte incremento en los ingresos del negocio de Agua (93,5%).
La crisis del COVID-19 ha tenido un impacto moderado en las cuentas de Acciona en el primer trimestre
La bajada de los precios de la energía, la suspensión de algunas actividades de la división de Servicios y la menor actividad en algunas de las concesiones que opera la compañía, son las principales consecuencias visibles durante las últimas semanas del trimestre.
Si bien la compañía espera que los efectos de la pandemia puedan dejarse notar con más intensidad durante el segundo trimestre de 2020, con una recuperación gradual durante el resto del año, Acciona ha tomado las medidas necesarias para afrontar la situación procurando asegurar la salud y seguridad de sus empleados, la continuidad de sus operaciones y la preservación de sus planes de negocio.
Entre otras iniciativas, ha fortalecido los protocolos de salud y seguridad de sus empleados con medidas sanitarias, de distanciamiento social, operativas y de teletrabajo, incluso antes de la declaración de los confinamientos en los distintos países en los que opera.
Además, un Comité de Crisis de carácter global ha velado por la continuidad de las operaciones de la compañía, muchas de ellas (energía, agua, servicios sanitarios, etc.) esenciales para el normal funcionamiento de la economía en medio de la crisis.
Por último, Acciona ha tomado distintas medidas para preservar sus planes de negocio con una perspectiva de medio y largo plazo.
La compañía ha mejorado sus condiciones de liquidez, cerrando nuevas operaciones por 900 millones, y se ha dotado de mayor flexibilidad a la hora de financiarse, con la publicación de un rating de “grado de inversión” por parte de la agencia calificadora DBRS. .
El resultado bruto de explotación (Ebitda) se mantuvo plano durante el primer trimestre y ascendió a 325 millones millones (-0,2 %).
La cifra refleja el incremento en Energía (2,1%) y Otras Actividades (200,2 %).
Por su parte, Infraestructuras (-25,8%) recoge la menor contribución de algunos grandes proyectos internacionales, como el Metro de Quito.
La cifra de negocios del grupo descendió ligeramente en el trimestre hasta 1.622 millones (-5,1 %), debido principalmente a la reducción de los ingresos de Energía (-12,5%), en un entorno de menores precios mayoristas.